El volcán Calbuco, situado en el sur de Chile, seguía inestable el jueves después de las dos erupciones registradas en las últimas horas, que obligaron a evacuar más de 4.400 personas y cubrieron de cenizas varias localidades del país.
La presidenta, Michelle Bachelet, viajó este jueves a la región de Los Lagos junto a cuatro ministros de su gabinete para supervisar en terreno el operativo de emergencia y visitar en los albergues a las personas que se han visto obligadas a dejar sus hogares.
El volcán, que se encuentra a 1.000 kilómetros al sur de Santiago y tiene 2.015 metros de altitud, sorprendió con una violenta erupción este miércoles por la tarde que provocó una enorme columna de humo, ceniza y rocas de más de 15 kilómetros de altura.
Una segunda erupción se registró esta madrugada, aunque durante la última el volcán ha perdido energía paulatinamente, señaló el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), que, sin embargo, subrayó que “los niveles de peligrosidad se mantienen” .
Las autoridades decidieron mantener la alerta roja en la región de Los Lagos el estado de excepción por catástrofe en la provincia de Llanquihue y en el municipio de Puerto Octay, además una zona de exclusión en un radio de 20 kilómetros alrededor del cráter del volcán.
Hasta el momento la erupción no ha provocado daños personales y la única persona que estaba desaparecida, un joven andinista de 21 años, fue encontrado sano y salvo este jueves después de pasar la noche en un bosque cercano al Calbuco.
La principal preocupación de las autoridades tras superar la fase más intensa de la erupción volcánica es la lluvia de cenizas y material piro-clástico (fragmentos de lava incandescente) que ha teñido de gris las localidades más cercanas al volcán.
El viento desplazó las cenizas hacia otras regiones al norte y llegaron a Pucón, a unos 340 kilómetros de distancia, donde en marzo pasado la explosión del volcán Villarrica obligó a evacuar a unas 3.300 personas.
El humo y las cenizas del Calbuco también afectaron a las turísticas localidades argentinas de Bariloche, Villa La Angostura y San Martín de Los Andes, en el suroeste de Argentina.
Las autoridades de Bariloche, situada a poco más de 100 kilómetros del volcán, cancelaron la actividad de gimnasios y centros infantiles municipales, y se cancelaron todos los vuelos con destino o salida del aeropuerto local.
En Chile, se suspendieron los vuelos desde y hacia la ciudad de Puerto Montt, según informaron las aerolíneas que realizan esa ruta.
La presidenta, Michelle Bachelet, decidió viajar a la zona afectada para ver el impacto de las cenizas en la agricultura y la ganadería y visitar a los evacuados.
Al llegar a Puerto Varas, una turística localidad cercana al volcán, la mandataria aseguró que hay personas que están aisladas cerca del Calbuco que deben ser rescatadas y llevadas a algunos de los doce albergues dispuestos por el Gobierno.
Antes del viaje, Bachelet encabezó una reunión de emergencia en el Palacio de La Moneda para evaluar la situación en la que afirmó que la erupción del Calbuco es “más grave” que la del Villarrica el mes pasado.
Aseguró que el Ministerio de Obras Públicas está supervisando el estado de las carreteras y caminos, la mayoría de los cuales se encuentra habilitados, así como también de los cauces de los ríos, para ver si registran algún aumento como consecuencia del derretimiento de la nieve cercana al cráter del volcán.
Sobre los servicios públicos, la mandataria señaló que las redes de agua potable urbana están en buenas condiciones, pero que hay que chequear el estado de algunas de agua potable rural para verificar si han quedado contaminadas por las cenizas del volcán.
En los lugares con una mayor presencia de cenizas las autoridades repartieron mascarillas a la población y las Fuerzas Armadas y de orden trabajan en la limpieza de las calles y las viviendas.