El presidente Barack Obama prometió esta semana que actuará con rapidez una vez que reciba una recomendación del Departamento de Estado sobre la conveniencia de retirar a Cuba de la lista estadounidense de Estados que patrocinan el terrorismo. Retirar a Cuba de la lista de Estados que patrocinan el terrorismo es un obstáculo pendiente para el restablecimiento de las relaciones entre Washington y La Habana.
A pocos días de una cumbre hemisférica en Panamá, donde Obama se encontrará cara a cara con el presidente cubano, Raúl Castro, el mandatario demócrata no ofreció una señal clara sobre su tendencia o el plazo para su decisión.
Obama ordenó la revisión inmediatamente después de anunciar un avance diplomático con La Habana en diciembre y en una entrevista a principios de marzo, dijo que esperaba que Estados Unidos pudiera abrir una embajada en Cuba para el momento de la Cumbre de las Américas del 10 al 11 de abril, y funcionarios de su país ya habían dicho que la revisión estaba siendo acelerada.
Pero la falta de una decisión hasta el momento sobre la remoción de Cuba de la lista negra de terrorismo -algo que La Habana ha exigido con firmeza- plantea serias dudas sobre si la revisión estará concluida a tiempo para realizar más avances hacia la normalización antes de la cumbre.
Tan pronto como reciba una recomendación, voy a estar en condiciones de actuar en consecuencia, dijo Obama en una entrevista con la National Public Radio. Obama no ofreció indicios de hacia dónde se dirige su Gobierno respecto al tema, pero dejó claro que su decisión no se basará en si se involucran en actividades represivas o autoritarias en su propio país, sino en las actividades actuales del Gobierno cubano respecto al terrorismo.
Cuba está en la lista de patrocinadores del terrorismo desde 1982, cuando estaba ayudando a insurgencias marxistas. Pero en la actualidad está contribuyendo a un proceso de paz con las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
”Creo que hay una oportunidad real aquí, y vamos a seguir haciendo (...) avanzando en ello, dijo Obama. Nuestra esperanza es estar en una posición donde podamos abrir una embajada allí, que podamos empezar a tener contactos más regulares y consultas alrededor de una serie de asuntos, en algunos de las cuales tenemos intereses en común. Y agregó: Lo que estoy diciendo es que voy a estar realizar un examen muy detenido de lo que el Departamento de Estado recomiende”.