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Partido de Dilma quiere 'corregir el rumbo' y terminar con vicios y 'cretinismo' parlamentario

Miércoles, 1 de abril de 2015 - 12:10 UTC
Se deben eliminar todos los vicios que contaminan al partido y que necesitan ser alejados a través del debate político y de la corrección de rumbo, según Falcao Se deben eliminar todos los vicios que contaminan al partido y que necesitan ser alejados a través del debate político y de la corrección de rumbo, según Falcao
Bajo el gobierno de Lula da Silva, Brasil se vio sacudido por el 'mensalao' un sistema mediante el cual se compraban votos para aprobar legislación Bajo el gobierno de Lula da Silva, Brasil se vio sacudido por el 'mensalao' un sistema mediante el cual se compraban votos para aprobar legislación

El oficialista Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil involucrado en otro escándalo de corrupción, cree necesario “corregir el rumbo” para eliminar algunos “vicios” que se instalaron al amparo de la sigla, dijo este martes su presidente, Rui Falcao.

 El PT de Lula da Silva se vio primero involucrado en el 'mensalao' con el cual compraban voluntades en el Congreso y ahora bajo Dilma Rousseff saltó el caso de Petrobras, a la cual esquilmaron de miles de millones de dólares durante años.

”Lo que llamamos pragmatismo pernicioso, ’cretinismo’ parlamentario, son todos vicios que contaminan a nuestro partido y que necesitan ser alejados a través del debate político y de la corrección de rumbo”, comentó el presidente del PT en una rueda de prensa en Sao Paulo.

Según el dirigente, el “cretinismo parlamentario” es una expresión que se usaba en Brasil a inicios del siglo XX para describir “el apego que las personas tienen cuando están en el Parlamento, que parece que en el resto del mundo no existe y crean corporaciones, un discurso propio, amistades”.

“Es una expresión tal vez en desuso, pero que nuestros parlamentarios conocen muy bien”, añadió.

Envuelto en el escándalo de corrupción que sacude a la gigante estatal Petrobras, al igual que otros partidos políticos brasileños aliados, el PT esbozó una autocrítica en la que apostó por “recuperar valores” del pasado, durante una reunión en Sao Paulo de las directivas partidarias en todos los estados del país.

“No se trata de volver a los años 1980, pero sí a los valores que defendíamos en esa época. Por ejemplo la militancia cotidiana, buscar financiar nuestras propias ideas, no distanciarnos de los movimientos sociales, retomar las ideas de la democracia participativa”, comentó Falcao tras la cita.

El partido de izquierda, que llegó al poder en 2003 de la mano de Luiz Inacio Lula da Silva, un ex-obrero metalúrgico, propuso “alejar el pragmatismo pernicioso, reforzar los valores de la ética en la política” y “no dar tregua” al “cretinismo” de las alianzas y las amistades en el Congreso, según un documento divulgado a la prensa tras la reunión.

Pero pese a la autocrítica, el PT afirmó asimismo estar “bajo un fuerte ataque”, objeto “de una campaña de cerco y aniquilamiento”. Aun así, afirmó en el texto que “en caso de que cualquier afiliado del PT sea condenado en virtud de eventuales irregularidades, será excluido de nuestras filas”.

El PT, que sigue en el poder con la presidenta Dilma Rousseff, que sucedió a Lula, está en un momento crítico. La economía está estancada, la aprobación al Ejecutivo se ha derrumbado y es blanco de masivas protestas callejeras contra el gobierno y la corrupción, sobre todo por el caso Petrobras, que vincula a ex-jefes de la mayor empresa de Brasil con empresarios y políticos en una red de millonarios desvíos.

Al PT también le llueven críticas desde sus propias filas, que cuestionan el haber abandonado sus antiguas banderas y forjar alianzas sólo para mantenerse en el poder.

Categorías: Política, Brasil.