Gobierno del presidente estadounidense Barack Obama invitó nuevamente a la mandataria brasileña, Dilma Rousseff a una visita de estado a Washington, un avance diplomático que para ambas partes sería una oportunidad para potenciar el comercio entre las dos mayores economías de América.
Brasil y Estados Unidos están negociando varios acuerdos para que puedan ser firmados en la visita de Estado que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, hará a Washington en una fecha aún no definida tras haberla suspendido en 2013, afirmó el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira.
El canciller de Brasil dijo que la fecha de la visita de Rousseff que normalizará las relaciones entre ambos países aún no ha sido acordada debido a que ambos gobiernos coinciden en que tiene que ser aprovechada para la firma de numerosos acuerdos.
“Estuve la semana pasada en Washington y coincidimos en que tiene que ser realizada (la visita) en el momento en que contemos con una agenda (de acuerdos) importante y densa”, afirmó el canciller en su pronunciamiento en el Senado.
“Hay mucha cosa en negociación en las cancillerías y en otros ministerios. Vamos a construir una agenda cuando esas negociaciones están avanzadas y maduras”, agregó al referirse a conversaciones para acuerdos como el que prevé cielos abiertos para ambos países, la reducción de la doble tributación y la unificación de normas técnicas para productos.
De acuerdo con Vieira, tanto Brasil como Estados Unidos consideran que “la visita no puede ser desperdiciada apenas con actos protocolarios”.
Rousseff tenía programado originalmente hacer en octubre del 2013 una visita de Estado, que incluye una cena de gala en la Casa Blanca y es considerada la expresión más fuerte de los lazos de amistad entre aliados.
Pero la presidenta brasileña canceló ese viaje después de haber expresado su molestia por las revelaciones de que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos espiaba sus comunicaciones personales. Rousseff manifestó que era “incompatible” con una relación entre aliados.
La invitación para la visita de Estado, que sería la primera de un presidente de Brasil a Washington desde 1995, es una buena noticia para Dilma Rousseff, cuya popularidad se ha desplomado desde el descubrimiento de un escándalo de corrupción de Petrobras y por los problemas económicos que enfrenta el país.
La administración Obama cree que una muestra de apoyo a Brasil podría aumentar el acceso de EE.UU. a la economía brasileña, que es aproximadamente el 25% más que la de México. “A pesar de que nuestras relaciones a veces han tenido problemas, estamos apostando por el éxito y la creciente importancia de Brasil”, dijo un portavoz de la Casa Blanca.
El Consulado de los EE.UU. en Sao Paulo emite más visas que cualquier otra misión de Estados Unidos en el extranjero, con casi 600.000 en 2014, casi más del doble 2010.
El comercio bilateral ascendió a 72 mil millones de dólares en 2014, 20% más que el 2010, con un superávit de 12 mil millones a los EE.UU., según el Departamento de Comercio de Estados Unidos. EE.UU. es el segundo mayor mercado de exportación en Brasil, sólo por detrás de China.