La agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s mantuvo la nota de crédito de Brasil en “BBB-”, el último escalón de los países con grado de inversión, es decir considerados seguros para la inversión, informó hoy la calificadora.
La perspectiva sobre la calificación continua “estable” y refleja la expectativa de la agencia de que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, mantendrá el ajuste fiscal promovido por su equipo económico y conseguirá el apoyo del Congreso para llevar a cabo tal cometido.
“Las relaciones de la presidenta con Congreso son tensas, pero existen signos incipientes de que la presidenta Rousseff cambiará la articulación política con el Congreso”, subrayó la agencia, quien el pasado año rebajó la nota de Brasil de “BBB” hasta “BBB-”.
Además de mantener la nota de crédito para la deuda externa de Brasil de largo plazo hasta el “BBB-”, la agencia dejó la calificación de la deuda brasileña a largo plazo en moneda local (reales) en “BBB+”.
Según S&P, la mandataria “enfrenta un escenario político y económico extremadamente desafiante, en medio de un acentuado declive de las tasas de aprobación, contracción económica y la investigación de corrupción de Petrobras”.
“En un cambio de política respecto a su primer mandato, la presidenta encargó a su equipo económico elaborar un considerable ajuste en varias políticas -no sólo fiscal- para reestructurar la credibilidad perdida y fortalecer el ahora debilitado perfil fiscal y económico de Brasil”, resaltó S&P.
A pesar de destacar los avances realizados por el Gobierno brasileño en materia económica, S&P subrayó que el Ejecutivo todavía tiene que detallar una agenda de crecimiento a mediano plazo, que confía llegue a finales de 2015, “con un énfasis renovado sobre la participación del sector privado en proyectos de infraestructura”.
“Este es otro componente clave para impulsar el sentimiento empresarial, que fue dañado en los últimos años por decisiones políticas irregulares y, actualmente, por inseguridades asociadas con la repercusión económica de Petrobras y los riesgos de racionamiento de agua y energía”, añade el comunicado.
De acuerdo con la agencia de calificación de riesgo, Brasil cerrará este año con una contracción de 1 % de su producto interior bruto (PIB), aunque retomará el crecimiento a partir de 2016, cuando prevé que el gigante latinoamericano crezca un 2 % y un 2,3 % en 2017.