La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, conversó por teléfono con el presidente electo de Uruguay, Tabaré Vazquez, a quien le comunicó la intención de su país de profundizar la cooperación bilateral, según fuentes oficiales.
En su conversación con el vencedor de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Uruguay el pasado domingo, Rousseff “dijo estar lista para profundizar aún más los lazos de amistad y la cooperación” entre los dos países, según un comunicado de la Presidencia brasileña.
Rousseff anticipó que asistirá a la ceremonia de posesión de Tabaré Vázquez el 1 de marzo de 2015 en Montevideo y el presidente electo de Uruguay aceptó la invitación para acudir a la solemnidad del 1 de enero en la que la brasileña iniciará su segundo mandato, para el que fue elegida en octubre pasado.
Según la Presidencia brasileña, la mandataria llamó a Vázquez para felicitarlo por la victoria en las elecciones del domingo y elogiar la tranquilidad en que transcurrieron los comicios en el país vecino, que es socio de Brasil en el Mercado Común del Sur (Mercosur) junto a Argentina, Paraguay y Venezuela.
“Al agradecer la llamada telefónica, el presidente Vázquez manifestó su intención de trabajar en conjunto con Brasil por la profundización de las relaciones bilaterales y regionales”, según el comunicado.
La agenda entre ambos países fue repasada hace un mes en la visita que el presidente uruguayo, José Mujica, correligionario de Vázquez, le hizo a Rousseff para felicitarla por su reelección.
En el encuentro de tres horas el mandatario insistió en el apoyo de Brasil para la construcción de un puerto de aguas profundas en la costa atlántica del departamento uruguayo de Rocha, una iniciativa para la que Uruguay apuesta a conseguir apoyo financiero del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) brasileño.
En la ocasión Mujica dijo que Brasil es “la espina dorsal” de la integración suramericana y coincidió con Rousseff en que los países miembros del Mercosur “deben avanzar hacia una mayor integración de sus cadenas productivas”, con “la mirada puesta en sus propios intereses”.