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Papa echó a integrante de la Sacra Rota que vendía sentencias de nulidad matrimonial
Esta persona decía “10 mil dólares y te hago los dos procedimientos, el civil y el eclesiástico” de anulación matrimonial, contó Francisco. El Papa Francisco reveló que despidió a una persona del Tribunal de la Sacra Rota que vendía sentencias de nulidad matrimonial a 10.000 dólares y también admitió ante participantes del curso 'praxis canónica' del Tribunal vaticano, que hubo varios escándalos públicos.
Esta persona decía “10 mil dólares y te hago los dos procedimientos, el civil y el eclesiástico” de anulación matrimonial, contó Francisco. Y prosiguió: “Por favor, esto no”, dirigiéndose a quienes fueron recibidos en el aula Pablo VI.
Jorge Bergoglio recomendó además a los que frecuentaron el curso que en los casos de comprobación de la nulidad de un matrimonio, se haga “justicia” y que se “agilicen los procedimientos”. El Papa reiteró que es importante seguir una “línea de justicia y también de caridad” pero hay que tener atención a que los procedimientos no tengan lugar en “un marco de negocios”, como algunos “escándalos públicos mostraron”.
El discurso a las personas que frecuentaron el curso de “praxis canónica”, improvisando poco antes de la audiencia general de los miércoles, volvió a proponer uno de los temas afrontados durante el sínodo de los obispos sobre la familia del 5 al 19 de octubre.
El sínodo fue evocado por Francisco también en la audiencia general, como un “buen” ejemplo de la colegialidad de los obispos en torno al Papa, sin la cual la “Iglesia está enferma”, dentro de un razonamiento sobre el hecho que el obispado no es una carrera sino un servicio.
El primer punto indicado por el Pontífice es la justicia: que los fieles tengan una sentencia que declara nulo o no el matrimonio. “En el Sínodo extraordinario, dijo el Papa a los participantes del curso promovido por la Rota Romana, se habló de los procedimientos, de los procesos, y existe una preocupación para agilizar los procedimientos, por un motivo de justicia. Justicia, para que sean justas, y justicia para la gente que espera, que a veces espera tantos años para una sentencia”.
“Por esto, antes del Sínodo, recordó Bergoglio, constituí una Comisión para que ayudase a preparar diversas posibilidades en esta línea: una línea de justicia, y también de caridad, porque hay tanta gente que necesita de una palabra de la Iglesia sobre su situación matrimonial, por el sí o por el no, pero que se ajusta”.
“Algunos procedimientos, comentó, son tan largos o tan pesados que no favorecen y la gente abandona”. Y relató: “El Tribunal inter-diocesano de Buenos Aires, creo que en primera instancia tiene 15 diócesis, la más lejana a 240 km. No se puede, es imposible imaginar que las personas simples, comunes, vayan al Tribunal, tengan que hacer un viaje, tienen que perder días de trabajo, también el premio...tantas cosas.
Dicen: ”Dios me comprende y sigo adelante así, con este peso en el alma. Y la madre Iglesia debe hacer justicia y decir. “Sí, es cierto, tu matrimonio es nulo; no, tu matrimonio es válido. Pero es la justicia la que lo tiene que decir”.
El segundo punto es la agilización de los procedimientos pero sin negociados. “Adelante siempre, es necesario estar muy atentos, recomendó, que los procedimientos no resulten enmarcados en el ámbito de los negocios. Hubo escándalos públicos, tuve que despedir del Tribunal a una persona hace un tiempo porque vendía sentencias de nulidad matrimonial a 10 mil dólares”, concluyó
