El índice de precios al consumidor (IPC) de China creció en septiembre a su ritmo más bajo en casi 5 años, un dato que, según los analistas, atrae la deflación, pero da más margen al Gobierno para impulsar medidas de estímulo en la desacelerada economía china.
La inflación china aumentó un 1,6% interanual en septiembre, el incremento más bajo registrado desde enero de 2010, y se produce después que se moderara ya en agosto, al crecer un 2%, informó este miércoles la Oficina Nacional de Estadísticas del país asiático.
El precio de los alimentos, que representa un tercio de la cesta habitual del consumidor chino, fue determinante para el dato de septiembre, al aumentar un 2,3% interanual, por debajo del 3% de subida de agosto.
Respecto al mes anterior, el IPC de China creció un 0,5% en septiembre, después de que en agosto subiera un 0,2%.
Así, en los primeros nueve meses del año, la inflación se elevó un 2,1% interanual, muy por debajo del límite marcado por el Gobierno este año, en el 3,5%.
La Oficina Nacional de Estadísticas también publicó el dato del índice de precios al productor (IPP), que volvió a registrar caídas, del 1,8% interanual en septiembre.
Con ese dato, este indicador registra ya más de 31 meses consecutivos de descensos -más de dos años y medio-, debido al descenso de los precios de las materias primas y de la demanda, así como al exceso de capacidad de la industria.
La inflación registrada en septiembre sorprendió a los analistas del país, cuya mayoría de previsiones situaban el crecimiento del indicador en el 2% interanual.
La moderada inflación de China multiplica el peligro de deflación, por lo que se requieren aún más políticas de relajación monetaria, consideraron hoy desde el grupo bancario ANZ, en un comunicado.
Según Liu Ligang, economista jefe de ANZ en China, los datos muestran que la demanda es muy débil, y que la política monetaria es muy rígida.