El gobierno argentino deberá apelar el próximo año a 11.889 millones de dólares de las reservas internacionales del Banco Central para cancelar vencimientos de deuda y gastos en moneda extranjera, según el texto proyecto de presupuesto 2015 publicado el martes.
La cifra representa un 42% de las reservas de la entidad al lunes último, las cuales acumulan una caída de más del 30% desde inicios del año pasado por una fuga de capitales y la política oficial de utilizarlas para financiar las obligaciones del Estado en moneda extranjera.
Para el 2014, el Gobierno estaba autorizado a tomar unos 9.800 millones de dólares del Banco Central. No hay información oficial sobre cuánto de ese monto ya fue utilizado.
El nivel de reservas del Banco Central es un dato crítico para el Gobierno dado que los dólares son un bien escaso en Argentina, con su economía en recesión por una alta inflación, un menor consumo doméstico y una caída de sus exportaciones.
El default técnico en el que el país cayó a fines de julio por un bloqueo a los pagos de su deuda soberana en el exterior dictado por un juez estadounidense complicó aún más el panorama para la tercera economía latinoamericana, que estaba intentando recuperar la confianza de los inversores para atraer dólares.
El Ministerio de Economía espera que el Producto Interno Bruto (PIB) apenas crezca un 0,5% este año. El consenso del mercado es que registre una leve contracción con una inflación de entre el 30% y el 40%.
Algunos analistas han alertado sobre la capacidad de pago de Argentina en el corto plazo debido a la constante caída de sus reservas internacionales. Empero el gobierno asegura que cuenta con una sólida posición de liquidez.
Gran parte de la utilización de las reservas va al pago de la deuda soberana en moneda extranjera y a la importación de energía, especialmente gas natural licuado.