El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, dijo que ofrecerle independencia al Banco Central, un tema candente en la campaña para las elecciones presidenciales del 5 de octubre, es otorgarle un “poder sin diálogo” a un grupo de “iluminados”.
“Independencia se da a los Gobiernos, al Congreso, pero no a un núcleo de ‘iluminados’, que no fue votado por la población y que tendría el poder de definir la política monetaria y cambiaria, sin tener un diálogo con las personas electas y los representantes de la República”, dijo Mantega en un foro económico en Sao Paulo.
Durante su participación en el undécimo Foro de Economía organizado por la universidad Fundación Getulio Vargas (FGV), el ministro reconoció, sin embargo, que el asunto “es complejo”.
La ecologista Marina Silva, principal rival de la presidenta Dilma Rousseff en las elecciones presidenciales, defiende en su programa de Gobierno la “independencia” de la autoridad monetaria, un planteamiento bastante criticado por la jefe de Estado, que ha afirmado que es como crear “un cuarto poder para los banqueros”.
Silva y Rousseff aparecen técnicamente empatadas en los últimos sondeos de intención de voto de cara a una casi segura segunda vuelta el 26 de octubre.
Mantega dijo igualmente que el país está “listo” para un nuevo ciclo de expansión económica en 2015, después de la fuerte desaceleración económica que se prevé para este año.
“Estamos listos para el nuevo ciclo de expansión de la economía”, con una economía más sólida que la de 2008, cuando se agravó la crisis internacional, indicó Mantega.
Para ese propósito, el ministro destacó el posible crecimiento del crédito para impulsar un repunte del mercado de consumo, las elevadas reservas internacionales que tiene el país, el flujo de inversiones extranjeras, la baja deuda externa y el cambio “relativamente estable”.
Pese al optimismo de Mantega, los analistas del mercado financiero rebajaron, por décimo sexta semana consecutiva, su previsión de crecimiento para la economía de Brasil este año, que han situado ahora en un 0,33 %, según un sondeo divulgado hoy por el Banco Central.
Los analistas igualmente redujeron su proyección para el crecimiento en 2015, para cuando esperan una expansión del 1,04 %, cuando antes preveían un 1,10 %.
A pesar de eso, para Mantega, acciones como la reducción de impuestos para incentivar a la industria, el estímulo al consumo y el aumento de las reservas, sin perjudicar los salarios y el empleo, contribuyeron para tener las bases para un nuevo ciclo de expansión.
“De cualquier forma, la economía internacional tiende a mejorar y eso creará condiciones para que podamos tener un crecimiento mayor. No podemos subestimar el impacto de la crisis en la economía brasileña”, declaró.