Cada año desde 1994 se conmemora el 16 de Septiembre, el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1995, en conmemoración del Protocolo de Montreal que fue firmado en esa fecha del año 1987, referido a la eliminación gradual y obligatoria de las sustancias que afectan al ozono en la estratosfera.
La conmemoración de este día, da la oportunidad que en todo el mundo se recuerde y se renueven las acciones en relación con la protección de la capa de ozono.
El ozono es un gas que forma parte de la atmósfera en forma natural y se encuentra en dos regiones de la misma.
En la tropósfera, región más cercana a la tierra (desde la superficie hasta 10 – 16 km de altura), se halla aproximadamente el 10% de éste y en la estratósfera (hasta alrededor de los 50 km) el 90% restante.
La zona de la estratósfera, donde se ubica la máxima concentración de ozono, se denomina Capa de Ozono.
El ozono que se encuentra en la estratósfera es importante, porque su función es absorber parte de la radiación ultravioleta del sol que es biológicamente dañina para la vida y por ello la importancia de la conservación del ozono estratosférico.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA); desarrolló el Protocolo de Montreal, relativo a las sustancias que agotan la Capa de Ozono, en el cual se identificaron las principales sustancias que la afectan y se establecieron programas para sus reducciones, hasta su eventual eliminación.
Desde el 1º de Julio de 1999, en el marco del Protocolo, los países en desarrollo iniciaron la eliminación gradual obligatoria del consumo y producción de clorofluorocarbonos (CFCs) y a partir del 1º de Enero del 2002 dichos países detuvieron el consumo de halones y bromuro de metilo.
Los clorofluorocarbonos, halones y el bromuro de metilo destruyen el ozono estratosférico y provocan año a año la generación del Agujero de Ozono Antártico.
La protección de la capa de ozono ha constituido un problema importante durante los últimos 30 años; se espera que ésta se recupere y alrededor del año 2050 alcance los niveles anteriores a 1980, gracias a la aplicación del programa de reducción establecido por el Protocolo de Montreal.
Anualmente se monitorea la evolución de la capa de ozono, para ello se realizan mediciones de control y comparación en distintos lugares. Las mediciones determinan la extensión y gravedad del agujero de ozono.