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Marina Silva ganaría cómoda en San Pablo y Rio de Janeiro según encuestas
A un mes de la primera vuelta, Marina tiene un apoyo del 39% y Dilma 22%, en San Pablo que concentra un quinto del electorado de Brasil La encuestadora Ibope reveló que Marina Silva, candidata del Partido Socialista a la presidencia de Brasil, es la favorita en el populoso estado de San Pablo, que concentra un quinto del electorado de todo el país. Su intención de voto es del 39%, mientras que la presidente y aspirante a la reelección Dilma Rousseff, apenas contaría con un apoyo del 22%.
De confirmarse esta tendencia en los comicios del 5 de octubre, Silva y Rousseff pasarían a la segunda vuelta, aunque la mandataria se encontraría con un escenario más que desfavorable para lograr un segundo gobierno. A esto, además, se suma que el 38% de los encuestados en Río de Janeiro votaría a Silva, contra un 32% que optaría por Rousseff.
La encuesta de Ibope en San Pablo se aplicó a 1.806 personas y se realizó entre el 30 de agosto y el 1° de septiembre. Para la de Río, se realizaron 1.610 cuestionarios. En ambos estados el margen de error del sondeo es de 2 puntos porcentuales.
El anterior estudio de opinión de Ibope, de rango nacional, pronosticaba que Silva y Rousseff se enfrentarían en ballotage y que la primera triunfaría con un 45% de los votos, contra el 36% de su rival.
Este no es el único sondeo que da como ganadora a Silva, quien fue confirmada como candidata presidencial tras la muerte de Eduardo Campos en un accidente aéreo ocurrido hace tres semanas.
De acuerdo con la firma MDA, en una encuesta hecha para la Confederación Nacional del Transporte (CNT), el 5 de octubre Rousseff será la más votada (34,2%), seguida de Silva (28,2%), aunque la ecologista será consagrada en la segunda vuelta con el 43,7%, frente al 37,8% de la actual presidente.
Desde su irrupción como candidata, Silva ha dado vuelta todos los pronósticos, ya que antes era Aécio Neves el principal opositor, pero ahora quedó relegado al tercer puesto. A Rousseff, por otro lado, la afecta el revés de la economía: la semana pasada Brasil entró en recesión.
