El socialdemócrata Aécio Neves principal rival de la mandataria Dilma Rousseff para las elecciones presidenciales de Brasil en octubre próximo, volvió a condenar el “alineamiento ideológico” del país, que a su juicio le ha impedido alcanzar acuerdos comerciales con otros países o bloques, y también atacó la inmovilidad de Mercosur.
El líder opositor, a quien las encuestas sitúan como el principal rival de Rousseff de cara a las elecciones del 5 de octubre, criticó en forma dura las políticas económicas de Rousseff y, en particular, lo que definió como “alineamiento ideológico” en el comercio exterior.
“Es necesaria una integración mayor de Brasil con el mundo”, dijo Neves, quien aseguró que el Mercosur, bloque que el país integra con Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela, ya dio “señales claras” de estancamiento.
“Sufrimos las amarras de la vinculación ideológica mientras el mundo avanza”, apuntó el candidato socialdemócrata, quien aseguró que si bien no debe “romper” con el Mercosur, Brasil precisa “libertad” para establecer sus propios acuerdos comerciales.
“Es inconcebible que en los últimos años sólo se hayan firmado acuerdos con Egipto, Israel y Palestina” en el marco del Mercosur, mientras se “pierden oportunidades con la Unión Europea (UE)”, que “ya negocia con Estados Unidos, Canadá y muchos otros países”, dijo.
Neves enmarcó esa dificultad para establecer acuerdos en los problemas que atraviesa la economía brasileña con un escenario de bajo crecimiento y elevada inflación, el cual aseguró que puede ser alterado con una mayor inserción en el comercio internacional.
“La política externa en el mundo es negocio, no ideología”, dijo Neves, quien afirmó que al “privarse” de nuevos acuerdos comerciales el país agrava sus propios problemas económicos, sus posibilidades de retomar el comercio y la propia recuperación de su industria.
También negó que, como sostiene el Gobierno de Rousseff, los actuales problemas económicos sean sólo producto de la crisis global, y sostuvo que obedecen a decisiones equivocadas.
“Sabemos del impacto de la crisis, pero lo que pasa hoy responde a opciones equivocadas. La penosa situación de la economía brasileña es obra de los gobernantes brasileños”, declaró.
El líder socialdemócrata criticó la baja inversión en el área de infraestructura y servicios públicos; condenó el “enorme tamaño del Estado” y consideró “vergonzoso” que el país tenga 39 ministerios, lo que calificó como ejemplo de un “perverso clientelismo”.
Neves sostuvo que, para recuperar la confianza de los mercados, el país debe establecer “reglas claras” y acabar con lo que tildó de “populismo cambiario”, que identificó en la decisión del Gobierno de “buscar controlar la inflación mediante intervenciones monetarias que acaban perjudicando la búsqueda de la competitividad”.
También sostuvo que es “esencial” una profunda reforma tributaria que abarate y simplifique la recaudación, lo cual, en su opinión, se lograría con la implantación del Impuesto al Valor Agregado (IVA).