El diario caraqueño El Universal, uno de los más antiguos de Venezuela y vendido el mes pasado a una empresa española, afirmó que “declinó publicaciones” que no responden al código ético establecido en el periódico, después de que varios colaboradores denunciaran censura.
En la portada de la edición de este miércoles y bajo el título “A nuestros lectores”, el diario señala que “en los últimos días se ha presentado una serie de inconvenientes en la muy importante sección de Opinión de El Universal a partir de la entrada en vigencia de nuevas normas para el tratamiento de los artículos”.
Indicó que todos los diarios del mundo se reservan el derecho de publicar las colaboraciones y artículos de opinión en el espacio que brinda. “Si los contenidos violan el código de ética el periódico se abstiene de publicar el texto”, señaló.
“En la nueva etapa de El Universal hemos advertido muestras palpables de tales violaciones por lo cual el periódico declinó las publicaciones que no responden al código ético establecido y conocido por los articulistas y colaboradores”, manifestó el diario.
Estas normas, asegura el diario dirigido por el ingeniero civil Jesús Abreu Anselmi, “proscribe las ofensas personales, el descrédito, las falsas informaciones, las mentiras, el irrespeto y los juicios morales”.
El mensaje de El Universal se produce después de que una veintena de articulistas del rotativo denunciaran censura y algunos renunciaran, según han revelado en otros medios de prensa, en las redes sociales o ante el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).
La dibujante Rayma denunció el pasado fin de semana que la caricatura que debió publicarse el pasado sábado, en la que caricaturizó a Maduro y al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, “fue censurada”.
“Es lamentable que algunos articulistas hayan denunciado hechos que generan debates públicos sobre despidos y censuras que en rigor del concepto no han ocurrido”, indicó el diario, hasta ahora uno de los medios de línea más crítica con el proceso “revolucionario bolivariano” que encabezó Hugo Chávez y ahora Nicolás Maduro.
“El Universal ratifica su compromiso con los venezolanos y su apego tanto al Código de Ética, incluido en el Manual de Estilo del diario como al manual de tratamiento informativo, instrumentos que regulan las relaciones entre periodistas, la gerencia y los lectores”, manifestó el diario.
Añade que está empeñado en “rescatar el equilibrio necesario”, lo que no implica “entrar a discutir la materia o el foco que el autor con pleno derecho y libertad tuviera a bien entregar a sus lectores”.
El Universal señaló que a los articulistas se les ha dicho que “es posible la coexistencia de diferentes ideas y posiciones, con el balance y equilibrio necesario y, por encima de todo, el buen uso del lenguaje, con respeto y guardando el honor de terceros y más cuando ni siquiera existan pruebas sobre los señalamientos que se afirman”.
La operación de compraventa de El Universal, uno de los diarios con línea más crítica con el Gobierno de Nicolás Maduro, se produjo después de que en los últimos meses fueran vendidos otros importantes medios del país.
A mediados del año pasado fue vendida la Cadena Capriles, uno de los principales conglomerados de medios de comunicación venezolanos, y pocos meses antes fue vendido el canal de televisión Globovisión, uno de los símbolos de la oposición venezolana.