Las celebraciones por la conquista de la cuarta Copa Mundial de fútbol por parte de Alemania despertaron violencia y expresiones de racismo, que provocaron la muerte de un joven, en tanto una mujer está en grave estado por un disparo durante una caravana.
El domingo en Buenos Aires, tras la derrota de Argentina ante Alemania también se sucedieron incidentes en torno al obelisco aunque sin muertes, pero con decenas de arrestos y heridos. Una celebración pacífica aparentemente fue infiltrada por inadaptados que aprovecharon para romper y saquear.
En tanto en Alemania los graves hechos fueron reflejados casi con exclusividad por el Neus Deustchaland (Nueva Alemania, ND), tradicional diario socialista que narró en soledad los desmanes, ocurridos principalmente en la ciudad de Hamburgo, al tiempo que advirtió sobre la multiplicación de expresiones de racismo mediante las redes sociales.
Según el diario, desde la madrugada del lunes varias ciudades alemanas fueron escenario de ataques xenófobos y nacionalistas, como sucedió en Hamburgo, donde un grupo de violentos irrumpió en un bar para provocar incidentes y, posteriormente, realizar manifestaciones racistas en torno al hecho a través de las redes sociales.
En Bremen, la violencia terminó en tragedia cuando un joven de 19 años murió apuñalado después de una disputa entre grupos violentos. A este episodio se sumó, según refleja ND, el ataque sufrido por una joven de 23 años, herida gravemente de bala mientras participaba de una caravana de festejo en Bergheim.
En Hamburgo tampoco faltaron choques entre barras, donde seguidores del HSV provocaron destrozos y atacaron a seguidos del mítico St. Pauli, club emblema contra el fascismo. En el marco de los incidentes tres personas resultaron heridas por golpes y cortes.
En Jena, a su vez, un miembro del Parlamento, Katherine König, fue golpeada por aficionados mientras se dirigía a un centro de juventud, según denunció a través de Twitter el Partido de izquierda Die Linke.
En tanto, a través de Twitter se denunciaron distintos ataques racistas, acciones neonazis, expresiones de xenofobia e insultos.
El domingo en Buenos Aires los detenidos sumaron 120 junto a 70 heridos y graves destrozos fue el balance de los violentos incidentes registrados en la noche del domingo en las calles de Buenos Aires durante los festejos por el subcampeonato de Argentina en el Mundial de Brasil, informaron fuentes oficiales.
“Esto no fue producto de la casualidad, sino que fue planificado. Hubo una planificación para que ocurriera esto y que pueda generar un gran caos”, declaró el secretario de Seguridad argentino, Sergio Berni.
Berni relató que pasadas las diez de la noche (01.00 GMT), grupos de encapuchados rompieron las aceras de avenidas del centro de Buenos Aires, saquearon negocios y automóviles y se enfrentaron a policías y periodistas.
“Estaban todos muy alcoholizados. Tuvimos que actuar, a nadie la gusta actuar en un festejo. Actuar en esas condiciones es muy difícil, había criaturas y bebes, había que separar la paja del trigo”, señaló el secretario de Seguridad.
Los disturbios empañaron la fiesta de decenas de miles de seguidores argentinos que se habían congregado en los alrededores del Obelisco porteño para celebrar el segundo puesto de Argentina en el Mundial, tras caer por 1-0 contra Alemania al final de la prórroga.