Las inusuales lluvias invernales obligaron a abandonar sus viviendas a 300.000 paraguayos, 50.000 brasileños y más de 12.000 argentinos. Autoridades de los tres países evalúan conformar un comité de crisis
En Asunción, la ciudad más afectada, el río Paraguay subió otros cinco centímetros en el puerto, hasta los 7,1 metros. Aunque no es el mayor nivel registrado, la inundación actual es la peor de su historia por el número de personas desplazadas, 75.800, según el municipio.
Son, en su mayoría, personas pobres, llegadas desde el campo, que se instalaron en zonas de riesgo cercanas al río, llamadas bañados, las cuales han quedado completamente anegadas.
Sin embargo, tras varios días de lluvias torrenciales, este lunes la capital paraguaya amaneció sin lluvia y hasta despuntó el sol.
La Dirección de Meteorología pronostica que el río bajará en los próximos meses, pero que volverá a subir a finales de año, durante la verdadera época de lluvias, por lo que cree que los evacuados no podrán regresar a sus viviendas, o lo que quede de ellas, hasta el año que viene.
A su vez, las intensas precipitaciones que afectan desde el jueves pasado el sur de Brasil, causando inundaciones y el desborde de varios ríos, han obligado a cerca de 50.000 personas a dejar sus hogares, según informaron fuentes oficiales.
En el estado de Santa Catarina, el más afectado, las autoridades han contabilizado cerca de 40.000 evacuados en 37 municipios de la región, 14 de las cuales ya han decretado el estado de emergencia, de acuerdo a un comunicado de la Defensa Civil.
Este organismo alertó que la cifra de damnificados aumentará en las próximas horas, porque las lluvias continúan y se esperan nuevos balances de los cuerpos de socorro municipales.
En Rio Grande do Sul, Defensa Civil ha elevado hasta 10.749 la cifra de personas que han tenido que dejar sus domicilios en 59 localidades, en su mayoría en el norte de la región, en la zona de frontera con Santa Catarina.
Existe riesgo de nuevas inundaciones en el valle del río Itajaí, en Santa Catarina, donde el cauce ha llegado a una cota de 9,28 metros por encima de su nivel habitual y continuaba subiendo lentamente, aunque con tendencia a estabilizarse.
Mientras tanto, más de 12.000 personas permanecen evacuadas por las inundaciones en las norteñas provincias argentinas de Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones, según informan medios locales.
Formosa es el distrito más afectado, con cerca de 8.000 evacuados por el desborde de los ríos, y el gobierno provincial ha declarado la emergencia en toda la ribera del río Paraguay, desde el río Pilcomayo hasta la desembocadura del Bermejo.
Esta extraordinaria crecida del río Paraguay, sumada a las persistentes lluvias, algunas de ellas de gran intensidad en poco tiempo, agravan el ya de por sí complicado escenario, advirtió el ministro de Gobierno de Formosa, Jorge González.
El panorama es de tal gravedad que las autoridades ya están evaluando la conformación de un comité de emergencia tripartito, que coordine los esfuerzos para tratar de aplacar la crisis.