Sao Paulo, la ciudad financiera y comercial más importante de Brasil continúa sumida en el caos. Pese a que la Justicia declaró ilegal la continuidad de las protestas de los trabajadores de la red de transporte subterráneo por cuarto día consecutivo, el sindicato no abandonará la medida de fuerza.
Los trabajadores del metro de San Pablo este domingo votaron en una asamblea por mantener la medida de fuerza, a cuatro días de que esta ciudad acoja el partido inaugural de la Copa del Mundo.
La asamblea votó que la huelga se mantiene. Ahora estamos decidiendo los siguientes pasos, declaró una vocera del sindicato pocas horas después de que la justicia laboral declarase como ilegal la paralización y fijara una multa contra el gremio.
La decisión del Tribunal Regional de Trabajo (TRT) se produce cuatro días antes del partido inaugural del Mundial de Fútbol en el estadio Arena Corinthians de San Pablo, que se disputará entre Brasil y Croacia y al cual está previsto que unos 50.000 hinchas acudan usando el metro, según las autoridades.
La Justicia de Trabajo consideró la huelga abusiva al no respetar la decisión fijada anteriormente, la cual obligaba a los trabajadores a garantizar la circulación al 100% en los horarios de máxima afluencia y al 70% en las demás franjas horarias.
El TRT acordó, además, imponer una multa de unos 44.420 dólares diarios por la paralización al sindicato que representa a los trabajadores. La cantidad será destinada al Hospital de Cáncer de San Pablo.
La decisión de la Justicia se produce tras el fracaso de las negociaciones entre el sindicato de trabajadores, que reclama un aumento salarial del 12,2%, y el metro paulista, gestionado por el Gobierno regional, que ofrece un máximo de 8,7%.
Este domingo, cuatro de las cinco líneas tuvieron una paralización parcial, mientras que la quinta funciona con normalidad. La huelga de metro ha afectado en los últimos días a millones de ciudadanos, ya que este transporte es utilizado diariamente por cerca de cuatro millones y medio de usuarios.