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Funcionarios públicos con jornada de trabajo reducida cuando juegue Brasil

Martes, 13 de mayo de 2014 - 19:57 UTC
El decreto lo firmó Dilma pero persisten los temores por las obras inconclusas El decreto lo firmó Dilma pero persisten los temores por las obras inconclusas

A un mes del inicio oficial de la Copa del Mundo (12 de Junio), la presidente Dilma Rousseff firmó un decreto para que los estatales finalicen antes su jornada de trabajo en los días que juegue la selección brasileña. Empero siguen preocupando los retrasos en las obras de algunos estadios y de infraestructura en general.

 “La presidente ha firmado un decreto por el cual la jornada en los organismos públicos, los días que juegue Brasil, terminará a las 12:30”, reveló Paulo César de Oliveira Campos, embajador de Brasil en España, durante un 'Desayuno Deportivo' organizado por Europa Press en Madrid.

“En Brasil el fútbol es motivo de orgullo nacional y solo existe un verdadero rey del fútbol, que es Pelé. El mundo nos ve como el país del fútbol y por algo será”, añadió el embajador poco antes de anunciar la medida aprobada por Dilma Rousseff.

La mandataria salió a recorrer los estadios que aún no han terminado sus obras a un mes del inicio del Mundial Brasil 2014, y dijo estar “preocupada” con los atrasos en Curitiba. Al mismo tiempo que exigió garantías a los responsables de su construcción.

El Arena da Baixada (estado de Paraná, sur), que estuvo a punto de ser excluido en enero, genera grandes dolores de cabeza a la FIFA. El sitio Globo Esporte reveló que aún no se instalaron 10.000 asientos; mientras que pasillos, baños, salones VIP y el principal acceso al estadio aún permanecen en obra.

Pero adem{as de Curitiba, Sao Paulo y Cuiabá, todavía están sin terminar y cerca de la mitad de las 12 sedes necesitan hacer grandes inversiones de última hora en obras de urbanización e infraestructura.

Uno de los recintos que más preocupa a la FIFA es el Beira-Rio de Porto Alegre, donde están inacabadas las obras de urbanización en torno del estadio y las del estacionamiento.

El pasado domingo, cuando se realizó un partido de prueba con el modelo de operación de la FIFA, los aficionados entraron al estadio al lado de grandes montañas de escombros, protegidas por vallas, en el lugar donde todavía se construirá el estacionamiento.

El estadio más atrasado, el Arena da Baixada de Curitiba, celebrará su primer partido oficial de prueba el próximo miércoles, entre el Atlético Paranaense y el Corinthians, aunque sin la capacidad completa, pues aún faltan instalar algo más de 10.000 asientos.

Del mismo modo, cuando lleguen a Brasil los aficionados se encontrarán con obras en varios aeropuertos, entre ellos el de Rio de Janeiro y muy probablemente el de Cuiabá, que ostenta el poco honroso título de ser el peor de Brasil.

En Fortaleza se está instalando una terminal de pasajeros temporal, con una tienda de lona de 1.200 metros cuadrados, dada la imposibilidad de concluir a tiempo las obras de ampliación.

Durante una audiencia en la Cámara de los Diputados celebrada la semana pasada, el presidente de la estatal Empresa Brasileña de Infraestructura Aeroportuaria (Infraero), Gustavo do Vale, garantizó que la actual capacidad de los aeropuertos supera la demanda esperada durante el Mundial.

La Infraero ejemplificó que, durante la Semana Santa, 3,5 millones de personas pasaron por los aeropuertos brasileños y hubo pocos atrasos, en su mayoría ocasionados por el cierre temporal del aeropuerto Santos Dumont de Rio de Janeiro debido al mal tiempo.

El público total de los 64 partidos del Mundial rondará los 3 millones de personas y, según cálculos oficiales, se espera que viajen al país unos 600.000 extranjeros.