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Panamá vota el domingo y está en discusión la gestión del presidente Martinelli

Jueves, 1 de mayo de 2014 - 08:04 UTC
Martinelli “ha jerarquizado los logros por sobre los procedimientos” Martinelli “ha jerarquizado los logros por sobre los procedimientos”
Se teme que el candidato oficialista Arias sea una 'marioneta' de Martinelli Se teme que el candidato oficialista Arias sea una 'marioneta' de Martinelli

Las elecciones generales del próximo domingo en Panamá culminan uno de los procesos políticos más crispados de la reciente historia del país tras una encendida batalla a favor y en contra del actual gobernante del país, Ricardo Martinelli, a pesar de que su reelección, en teoría, no está en juego.

 La designación de su esposa, Marta Linares, como aspirante a la vicepresidencia junto al candidato presidencial Jose Domingo Arias por Cambio Democrático (CD), partido que preside Martinelli, ha sido, sin embargo, ampliamente interpretada como una maniobra suya para seguir vinculado al ejercicio del poder.

La Constitución panameña establece que un jefe de Estado no puede ejercer dos mandatos consecutivos y debe esperar dos períodos presidenciales para volver a ser candidato.

Martinelli, dueño de una cadena de supermercados, entre otros negocios, ha convertido a Panamá, durante su mandato, en el país de mayor crecimiento económico de Latinoamérica y ha realizado inversiones en infraestructuras nunca antes emprendidas y concluidas en esta nación que no llega a los 4 millones de habitantes.

Pero la oposición lo acusa, en síntesis, de pretender imponer “una dictadura civil” tras haber violado la Constitución al tratar de detentar el control de los poderes ejecutivo, judicial y legislativo, y mantenerlo además aún cuando abandone la presidencia de la República.

El analista político y abogado Ebrahim Asvat considera que en estas elecciones está en juego una manera de gobernar, la que ha ejercido Martinelli o la que proponen los principales rivales de la oposición, Juan Carlos Navarro, del Partido Ravolucionario Democrático (PRD), y Juan Carlos Varela, del Partido Panameñista (PP).

Martinelli es “un presidente con mucha voluntad y acción, pero muy desafecto a las reglas del Estado de derecho y la institucionalidad democrática”, a juicio de Asvat. “Durante su mandato -según el analista- se han minado los frenos y los contrapesos propios de la división e independencia de los poderes”.

“La gran capacidad de gestión y sus obras han generado una simpatía popular, y hay que admitir que gran parte de la población le ha comprado la idea de designar a un candidato que no tiene peso propio y que se supone que va a seguir las directrices que marque Martinelli”, añade.

Asvat señala “que ninguno de los tres candidatos favoritos se diferencia” ideológicamente, “pero los dos opositores sí tienen un interés en recuperar el fortalecimiento de las instituciones democráticas que está ausente en el discurso del candidato oficialista”.

El analista Jaime Porcel explicó que en estas elecciones no hay nada especialmente en juego, “además de seguir perfeccionando el sistema democrático”. Y agregó: “No hay que magnificar la importancia de estas elecciones, que la tienen como cualquier otras”.

Consideró extemporánea “la actitud de quienes están pidiendo un voto útil”, en referencia a un grupo de la oligarquía empresarial y política panameña que ha instado a que se concentren los votos de la oposición en Navarro, el candidato del PRD, para impedir que sea elegido el aspirante del partido de Martinelli.

La gestión de Martinelli ha sido como “un tren que no para y no repara, con una visión de país enorme, en la que se han jerarquizado los logros sobre los procedimientos” y “es cierto que ha habido ciertos excesos, demasiado autoritarismo”, opina Porcel.

El abogado Adolfo Linares, ex viceministro de Educación y ex presidente de la Cámara de Comercio de Panamá, aseguró que en estas elecciones “está en juego el futuro de Panamá como país democrático, en el que se respeten las leyes, el Estado de derecho”.

Según Linares, si José Domingo Arias gana las elecciones, “será un títere secuestrado en el palacio presidencial de Las Garzas por la dictadura familiar de Martinelli”.

“Las dos cosas más importantes que debe hacer un gobernante es respetar la Constitución y administrar con responsabilidad fiduciaria, como un buen padre de familia, y en ambas Martinelli ha fracasado”, dice Linares.

En su opinión, Martinelli “ha duplicado la deuda pública en cinco años y se ha gastado 1.500 millones en subsidios politiqueros y paternalistas”. Linares cree que “los dos candidatos opositores no presentan grandes diferencias ideológicas, pero sí el compromiso común de enderezar la institucionalidad democrática del país”.

El domingo 4 de mayo 2.416.866 panameños están convocados a las urnas para elecciones presidenciales, legislativas y municipales.

Categorías: Política, América Latina.