El Primer Ministro de Corea Chung Hong-won renunció tras las duras críticas de familiares y la opinión pública del país que lo acusaron de no hacer lo suficiente para salvar a más sobrevivientes así como por las deficientes tareas de rescate del ferry Sewol que transportaba 476 personas, mayoritariamente estudiantes, y que se estima causó la pérdida de 300 vidas.
Tras presenciar el dolor de los familiares de las víctimas y el enfado de la gente, creo que es mi deber asumir todas las responsabilidades y dimitir, afirmó Chung en una rueda de prensa celebrada este domingo, cuando se cumplen 11 días del accidente que ha conmocionado al país, según recoge la agencia Yonhap.
La dimisión ha sido aceptada por la presidenta del país, Park Geun-hye, que estudia hacer una remodelación de su equipo de Gobierno a raíz de la tragedia que ha sacudido el país, informó la televisión surcoreana Arirang.
En una breve intervención ante los medios, Chung dijo que mantener su puesto sería una carga demasiado grande por la administración.
La gestión del accidente por parte de las autoridades generó duras críticas por parte de los familiares de las víctimas y de la sociedad surcoreana. El balance provisional de fallecidos asciende a 187, mientras que otras 115 personas siguen todavía permanecen desaparecidos, ya que sólo 174 lograron ponerse a salvo.
Las familias de las víctimas creen que el Gobierno no hizo lo suficiente para rescatar a posibles supervivientes del interior del barco y organizó de forma ineficaz las tareas de rescate, que a día de hoy no han terminado de recuperar los cuerpos atrapados del buque hundido.
El ejecutivo liderado por Park también ofreció información errónea sobre el número de rescatados, muertos y desaparecidos durante los primeros días de la tragedia.
El desconcertante baile de cifras llegó hasta el punto de que varias horas después del accidente el Gobierno anunció que la mayoría de pasajeros estaban a salvo, lo que creó falsas esperanzas entre quienes buscaban a sus seres queridos.
Además, el capitán y siete tripulantes fueron arrestados por presuntamente abandonar el barco antes que los pasajeros y también se les culpa de demorar la evacuación, pero todavía no han sido juzgados en los tribunales de Corea del Sur, donde existe la presunción de inocencia.
Las tareas de rescate se han visto dificultadas en los últimos días debido a las condiciones meteorológicas, según las autoridades surcoreanas, aunque los familiares de las víctimas volvieron a culpar este sábado de este retraso al Gobierno.
Representantes de allegados de las víctimas señalaron en particular a la Marina y a la Guardia Costera surcoreana, a los que acusaron de llevar a cabo las operaciones de rescate de forma opaca y descoordinada.
Ya se han abandonado todas las esperanzas de encontrar supervivientes en el ferry sumergido en las aguas al suroeste del país.
Tras el naufragio del Sewol, el día 16, solo 174 personas fueron rescatadas, todas ellas en las horas posteriores al suceso, del total de 476 personas que viajaban desde Incheon (al noroeste del país) hasta la turística isla meridional de Jeju.
De los pasajeros del barco 325 eran estudiantes de 16 y 17 años de un instituto de Ansan, en la periferia de Seúl, que realizaban un viaje escolar de fin de cursos.