Dos movilizaciones provocaron, este viernes, el colapso del centro de la capital boliviana, La Paz cuando suboficiales y sargentos militares volvieron a las calles para exigir la aprobación de una ley de descolonización de las Fuerzas Armadas y por otro marcharon representantes del magisterio quienes rechazan el currículo escolar planteado por el Ministerio de Educación.
Vestidos con sus uniformes de campaña y en compañía de sus esposas, los militares tomaron las calles desde las instalaciones del Ministerio de Defensa y cumplieron su quinto día de protesta, pese a las 702 bajas que dispuso el Alto Mando Militar el jueves.
Esta vez, según un artículo de La Razón, la movilización se concentró, sobre todo, en las oficinas del Comando General de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), donde los militares y sus esposas procedieron a golpear las puertas y exigir la salida de los sargentos que se encontraban en el interior de las instalaciones, que, según denunciaron, fueron impedidos de sumarse a esta movilización.
A la par de esta situación, los maestros desbordaron La Paz al cortar el tránsito y generar varios cortes de calle, lo que impidió la movilización de los transeúntes. Según el dirigente gremial José Luis Álvarez, el nuevo currículo afecta la calidad de la educación escolar al incorporar las asignaturas de Artes Plásticas, Inglés y Aymara, pero sin incrementar la carga de 88 horas. Y a ello se suma que estas materias deban ser dictadas por los mismos maestros y no por profesores especializados.
El presidente Evo Morales también salió a hacer frente a las protestas de soldados y les exigió disciplina. Advirtió que abandonar el cuartel es traición a la patria. Reclamó que se mantenga la cadena de mandos que es propia de la institución militar y dejó en claro que confía en las Fuerzas Armadas, pese a denuncias de sedición de sectores de suboficiales.
Los suboficiales, que suelen ser aymaras y quechuas, denuncian discriminación y condiciones generales muy desventajosas impuestas por jefes y oficiales, mayoritariamente de origen mestizo o blancos.
Hermanos cadetes, el pueblo los necesita. El pueblo confía en los sargentos. Oficiales y comandantes, su presidente confía en ustedes, explicó Morales durante un acto por el aniversario del Colegio Militar de Ejército, en La Paz.
Tras la acusación de la cúpula militar, que denunció que las marchas tienen fines conspirativos y sediciosos, los sargentos respondieron que sus reclamos son institucionales. No estamos buscando un golpe, estamos pidiendo justicia, afirmó en diálogo con periodistas el suboficial Erick Magne, uno de los que comanda las protestas y que fue dado de baja.
El Gobierno apoyó las medidas del Alto Mando Militar y ha pedido a los huelguistas dialogar, aunque éstos exigen que primero se levanten las bajas de todos los suboficiales.