El restituido alcalde de Bogotá Gustavo Petro dijo que el Gobierno de Colombia cometió un error al desacatar las medidas cautelares dictadas en su favor por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Petro también reconoció que su destitución afectó a la ciudad, a él, a su familia y al presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
En una conferencia de prensa en el Palacio Liévano, sede de la Alcaldía, el burgomaestre señaló “lo que ocurrió el 19 de marzo fue un error. Le ha costado a la ciudad, obviamente a mí también porque mis hijas han sufrido, mi familia también”, enfatizó.
Añadió que si situación también afectó al presidente Santos “desde otra perspectiva porque él está en unas instancias que no son las mías pero también (lo afectó)”.
El pasado 19 de marzo, Santos anunció que su Gobierno “no acoge las medidas cautelares” de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y confirmó la destitución de Petro.
En reemplazo de Petro, elegido por voto popular para el periodo 2012-2015, y cuya destitución e inhabilitación por 15 años había sido ordenada el pasado 9 de diciembre por la Procuraduría General (Ministerio Público y órgano de control disciplinario), el presidente nombró como alcalde encargado al ministro de Trabajo, Rafael Pardo.
Al insistir que “fue un error” lo ocurrido en aquella fecha, Petro consideró que ahora ese yerro “ha sido reparado por la orden de un juez”.
Un tribunal colombiano ordenó el martes al presidente Santos restituir a Petro como alcalde de Bogotá en un plazo de 48 horas en cumplimiento de las medidas cautelares otorgadas por la CIDH.
Según Petro, lo que se debió hacer el 19 de marzo era acatar las medidas de la CIDH que “durante toda la historia de Colombia han sido siempre respetadas por los sucesivos gobiernos” del país andino.
Santos restituyó este miércoles a Petro como alcalde de Bogotá, un mes después de su destitución, al acatar la sentencia emitida el martes por el tribunal que ordenó cumplir con las medidas cautelares otorgadas por la CIDH.-