Ante la inminencia del inicio de la Copa del Mundo, Brasil no solo exhibe sus carencias de infraestructura y retrasos en obras prometidas para el evento mundial, sino además tendrá que afrontar el desafío de la inflación y precios más elevados con la llegada de lo que se espera sean medio millón de visitantes.
El mes del torneo que empieza a mediados de junio generará incrementos sustanciales en los precios de los pasajes aéreos, menús en restaurantes y en tarifas hoteleras. Esas tres áreas representan una décima parte del peso total del indicador de precios al consumidor IPCA, y podría significarle problemas a la presidenta Dilma Rousseff en momentos en que la inflación alcanza el 6,19%.
La organización de Brasil de la Copa del Mundo ya ha sido asediado por costos excesivos, retrasos en los proyectos de infraestructura y accidentes fatales. Y aunque el Gobierno espera que el torneo le sume medio punto porcentual al crecimiento económico y que genere miles de empleos, la inflación y un crecimiento persistentemente débil han minado la popularidad de Rousseff.
Brasil realizará elecciones presidenciales en octubre y se prevé que Rousseff compita por la reelección, y las encuestas la dan como favorita, empero mucho falta y su apoyo se está erosionando.
Según estimaciones oficiales las subidas de precios por el Mundial podrían terminar llevando fuera de alcance al objetivo de la inflación del 2014, un rango entre un 2,5% y 6%.
Los cálculos sobre el impacto exacto de la Copa del Mundo en los precios al consumidor varían. Pero la mayoría de los economistas también concuerda en que cualquier alza cederá al término del Mundial, en julio.
Sin embargo, a algunos funcionarios les sigue preocupando que pueda asustar a los consumidores y contaminar las expectativas, lo que daría nuevos impulsos a las alzas de precios.
Pero los brasileños ya han empezado a quejarse y no sólo con manifestaciones callejeras: en Facebook se creó un página llamada “Rio Surreal” para denunciar los altos precios en Rio de Janeiro, donde se jugará la final
El Gobierno ha tratado de frenar las subidas en la electricidad y en los precios de la gasolina pero no es mucho lo que puede hacerse para controlar los precios durante el evento, admiten funcionarios del Gobierno, pues todos aquellos países que han sido anfitriones tienden a ver alzas en los precios cuando organizan grandes acontecimiento mundiales como la Copa del Mundo u Olimpíadas.