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Brasil compensa a distribuidoras el mayor costo de generación eléctrica

Martes, 11 de marzo de 2014 - 10:01 UTC
La falta de lluvias obligó a apelar a la generación térmica y para evitar un repunte inflacionario, el gobierno absorbe parte del mayor costo  La falta de lluvias obligó a apelar a la generación térmica y para evitar un repunte inflacionario, el gobierno absorbe parte del mayor costo

El gobierno brasileño pagaría hasta 1.200 millones de reales (513 millones de dólares) a los distribuidores de energía del país para compensar un alza en los precios al contado de la electricidad en enero.

 El pago en efectivo constituye un esfuerzo para aplacar el aumento de los costos de las empresas en un momento en que las altas temperaturas y una sequía han consumido los embalses de las centrales hidroeléctricas del país.

Al ayudar a los distribuidores con la inesperada alza en los costos de la energía, el Gobierno también busca evitar que traspasen las mayores cuentas a los consumidores. El mecanismo es similar al empleado por las autoridades uruguayas para mantener el índice inflacionario a raya, aunque ello implique un mayor esfuerzo para las cuentas públicas.

En un momento de débil crecimiento económico, y con una inflación que se mantiene cerca del límite oficial de tolerancia, el Gobierno de Brasil es cauteloso de cualquier cosa que pueda contribuir a un aumento de los precios.

Debido a una menor generación de energía por parte de las centrales hidroeléctricas, que normalmente suministran la mayor parte de la electricidad de Brasil, los distribuidores tuvieron que complementar sus provisiones mediante la adquisición de energía más costosa procedente de plantas térmicas.

En un comunicado, el Ministerio de Hacienda de Brasil dijo que la ayuda para los distribuidores provendría de fondos que ya han sido destinados para propósitos de generación eléctrica en el actual presupuesto. El ministerio dijo que continuaría considerando otras ayudas a las compañías, que también enfrentaron mayores costos en febrero.

Aunque las lluvias han regresado a muchas regiones golpeadas recientemente por el clima seco, los embalses de todo el país están en niveles bajos que siguen amenazando la estabilidad general y los costos del suministro eléctrico del país.

Es más en la metrópolis de San Pablo, se está instrumentado un programa para intentar bajar el consumo de agua por lo menos en un 10%, dado el bajo nivel de los reservorios para potabilizar.

Categorías: Economía, Energía, Política, Brasil.