Argentina castigará a las empresas y ejecutivos que participen en la explotación petrolera en las Malvinas, reiteró el recién nombrado secretario del gobierno para el archipiélago, el ex-senador Daniel Filmus, en una entrevista con el diario británico The Guardian, publicada el lunes.
“Iremos a los tribunales internacionales”, aseguró al diario británico Filmus, primer titular de la secretaría, creada a finales de diciembre por el gobierno de Cristina Fernández. “Quien no obtenga autorización (de Argentina) no sólo afrontará consecuencias administrativas, sino también penas de cárcel”, advirtió.
Argentina aprobó en diciembre una enmienda a la ley de hidrocarburos que prevé penas de cárcel y multas millonarias a aquellos ejecutivos y empresas que participen, sin permiso de Argentina, en la explotación petrolera del archipiélago del Atlántico sur.
Londres respondió entonces que “las leyes domésticas argentinas no valen en las Malvinas” y criticó las “tácticas intimidatorias” de Buenos Aires.
Sobre el nuevo puesto que ocupa, Filmus dijo al diario inglés que muestra “la importancia que el gobierno da al problema de las Malvinas”.
“Hay pocos temas en Argentina que provoquen un apoyo tan sincero no sólo de todas las fuerzas políticas sino también de la población en general”, explicó a The Guardian.
Argentina reivindica el archipiélago situado a 500 kilómetros de las costas de la Patagonia y a 14.000 kilómetros de Londres, que los británicos controlan desde 1833. El dictador argentino General Leopoldo Galtieri ordenó en 1982 una invasión que desembocó en una guerra que causó 900 muertos entre ambos bandos y la derrota de los argentinos.
La guerra y sus consecuencias acentuaron la natural desconfianza de los Isleños hacia Argentina, que se ha visto profundizada desde la implementación de las administraciones de Néstor y Cristina Kirchner de una política agresiva que pretende aislar las Malvinas económica y comercialmente y desconocer a sus habitantes, algunos con nueve generaciones, a los que califica de 'población implantada'.
Argentina argumenta que se trata de un disputa colonial, de integridad territorial, en tanto Londres insiste en que por sobre todo vale el derecho a la autodeterminación y la voluntad de los Isleños.
Justamente en marzo pasado se organizó un referendo con observadores internacionales y todas las garantías del caso en que abrumadoramente la población de Malvinas concurrió a las urnas y se manifestó en favor de continuar siendo un Territorio Británico de Ultramar.