Los activistas no quedaron del todo satisfechos con el discurso de disculpa pronunciado el viernes en la Universidad de Guyana por un descendiente del ex Primer Ministro británico y explotador de esclavos William Gladstone, e insistieron en que se debían reparaciones por valor de 1,2 billones de dólares estadounidenses. Mensajes tales como “nuestros antepasados merecen justicia real” proliferaron por Georgetown.