Las elecciones no se decretan u ordenan, se convocan. Y es que el régimen venezolano, con este nuevo disparate, no hace sino más que desvelar el asesinato, no sólo de personas que piensan distinto de maneras tan atroces como ejecutándolos extrajudicialmente –con un ejército completo– para callar y escarmentar, sino también el asesinato de los principios democráticos y republicanos fundamentales mientras pisotean la constitución del país.
La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela, integrada únicamente por oficialistas, decidió este viernes por unanimidad arrogarse las competencias para legislar del Parlamento, controlado por una contundente mayoría opositora.