En la señal más clara de que Venezuela deja atrás su compleja red de controles financieros, los bancos locales podrán volver a comerciar divisas. Todo, en medio de la hiperinflación y una crisis económica histórica.
Unicef denunció “claros signos” de elevados niveles de desnutrición entre los niños venezolanos a causa de la crisis económica que atraviesa el país, así como la falta de datos que muestren de forma fiable la situación nutricional de la infancia.
Venezuela comenzó el 2018 sumida en la hiperinflación y en medio de la preocupación por los efectos del nuevo aumento salarial anunciado el domingo por el Presidente Nicolás Maduro, que no es celebrado más que en círculos oficialistas e incrementará aún más la inflación según economistas.
Ante la hiperinflación que sufre Venezuela, surgen nuevas formas de negocios y fenómenos que antes se daban sólo en la frontera, como el cambio de efectivo del nuevo cono monetario (500, 1.000, 2.000, 5.000, 10.000, 20.000, 50.000, 100.000 Bolívares), se convierten en algo cotidiano y generalizado.
Opositores al régimen de Nicolás Maduro usan redes para avergonzar a los chavistas por sus lujos. Publican escenas de derroche y supuesta corrupción, mientras venezolanos luchan para tener tres comidas diarias en medio de una grave crisis económica.
Venezuela devaluó la moneda 64,13% en un intento por mitigar la severa crisis económica, propulsora de una ola de protestas contra el presidente Nicolás Maduro y su convocatoria a una Asamblea Constituyente, que deja más de 60 muertos en dos meses.