Niveles ilegales de arsénico y mercurio contaminaron el Río Doce los días posteriores la rotura de una represa en una mina de mineral de hierro a principios de noviembre en el peor desastre medio ambiental de Brasil, según pruebas realizadas por una agencia de agua estatal.
La minera brasileña Samarco se comprometió con la Fiscalía a pagar un mínimo de 1.000 millones de reales (unos 262 millones de dólares) por los daños ambientales causados por el vertido de lodo que anegó siete poblados y afectó a un importante río del sureste del país.