Niveles ilegales de arsénico y mercurio contaminaron el Río Doce los días posteriores la rotura de una represa en una mina de mineral de hierro a principios de noviembre en el peor desastre medio ambiental de Brasil, según pruebas realizadas por una agencia de agua estatal.
El Instituto para el Manejo del Agua en Minas Gerais (IGAM) encontró niveles de arsénico más de 10 veces por encima del límite legal en un lugar a lo largo del Río Doce después del colapso de la represa el 5 de noviembre.
El accidente provocó la muerte de al menos 13 personas e inundaciones en dos estados. Mercurio con un nivel un poco por encima de los niveles permitidos también fue hallado en un área.
En total, el IGAM encontró niveles inaceptables de arsénico entre el 7 y el 12 de noviembre en siete lugares en el Río Doce, que se extiende por más de 800 kilómetros desde el estado rico en minerales de Minas Gerais hasta Espirito Santo, sobre la costa del Atlántico.
El reporte, fechado el 17 de noviembre pero recién publicado en la página de internet del IGAM el martes después de la presión de los fiscales, parece contradecir las afirmaciones de las compañías responsables de la mina.
Samarco, el operador de la mina, y sus copropietarios, BHP Billiton Pls y Vale SA, han dicho repetidas veces que el agua y los desechos minerales generados por el quiebre de la represa no son tóxicos.
Samarco dijo el jueves en un comunicado que sus propias pruebas mostraron que los desechos de la mina en la represa no representaban ningún daño para los humanos.
El miércoles, la agencia de derechos humanos de Naciones Unidas dijo que “nueva evidencia” mostraba que el barro “contenía altos niveles de metales pesados tóxicos y otros químicos”, sin especificar el nombre de los químicos o de dónde provenía la evidencia.