El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró este lunes que no quiere ir a la guerra con Irán, aunque advirtió que su país está mejor preparado en caso de que surja un conflicto entre ambos, tras los ataques del pasado fin de semana contra refinerías en Arabia Saudita.
El fallecimiento del ex presidente Akbar Hashemí Rafsanyaní, uno de los pilares de la Revolución y la República Islámica, abre un periodo de incertidumbre en Irán por la posibilidad de que se rompa el equilibrio entre reformistas y conservadores.