El comercio exterior está en riesgo por estos días y los ojos del mundo están atentos a lo que pueda suceder en China. En un escenario con una pandemia que aún no está controlada, presiones inflacionarias y la recesión económica, la industria naviera debe enfrentarse a los retrasos en las entregar y a una de sus mayores pruebas de resiliencia hasta el momento.
La falta de dinamismo de las exportaciones de la región y las perspectivas de un menor crecimiento de la economía mundial que se arrastran desde fines de 2012, han acentuado la desaceleración de la actividad de los puertos durante el primer semestre de 2013, según cifras de la CEPAL dadas a conocer este lunes.