Las autoridades uruguayas confirmaron el jueves la llegada a Montevideo de una planta desalinizadora comprada en Estados Unidos para combatir la crisis de agua que azota al país. Se esperaba que el equipo tardara unas cuatro semanas en llegar desde Houston, pero finalmente fueron más de dos meses.
En medio de la estrechez hídrica que sufren diferentes zonas de Chile, este jueves la autoridad medioambiental aprobó el proyecto Enapac (Energías y Aguas del Pacífico), la planta desalinizadora más grande de Latinoamérica que se construirá en la Región de Atacama y que contempla el uso de energía fotovoltaica.