La sombra de los abusos sexuales de la Iglesia Católica chilena ha opacado el viaje del Papa Francisco a este país durante los tres días, hasta el último minuto. La polémica no se apagaba, pero fue el propio Pontífice el que la recalentó en el último paso de su viaje, Iquique, en el Norte Grande, cerca de la frontera con Bolivia.