No todos fueron éxitos para la planificación británica durante la Guerra de las Islas Falklands. Tras el hundimiento del destructor HMS Sheffield, alcanzado el 4 de mayo de 1982 por dos misiles Exocet, lanzados por caza bombarderos aeronavales Super Etandard, con la pérdida de veinte marinos, pero también alentados por el éxito de la incursión Prelim, en la isla Pebble al noroeste de las Falklands, cuando comandos británicos inhabilitaron unos once aviones (sobretodo) Pucará, a la vez que con apoyo de bombardeo naval se destruyeron depósitos de combustible y municiones, el comando británico ideó la Operación Mikado.