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Guerra de Falklands: fallida Operación Mikado para destruir aviones en la base de Rio Grande

Martes, 17 de mayo de 2022 - 10:07 UTC
Los Super Etendard de origen francés que temían los británicos Los Super Etendard de origen francés que temían los británicos

No todos fueron éxitos para la planificación británica durante la Guerra de las Islas Falklands. Tras el hundimiento del destructor HMS Sheffield, alcanzado el 4 de mayo de 1982 por dos misiles Exocet, lanzados por caza bombarderos aeronavales Super Etandard, con la pérdida de veinte marinos, pero también alentados por el éxito de la incursión Prelim, en la isla Pebble al noroeste de las Falklands, cuando comandos británicos inhabilitaron unos once aviones (sobretodo) Pucará, a la vez que con apoyo de bombardeo naval se destruyeron depósitos de combustible y municiones, el comando británico ideó la Operación Mikado.

El objetivo de dicha misión con la participación de unos 55 integrantes de fuerzas especiales SAS, era atacar y destruir los Super Etandard, a la vez que “neutralizar” sus pilotos, los cuales operaban desde la base de Rio Grande en Tierra del Fuego, a unas 400 millas al suroeste de las Falklands.

Los comandos llegarían de sorpresa en dos Hércules de transporte, directamente a la base, fuertemente defendida. El plan no del todo programado con la necesaria inteligencia, preveía que los Hércules, sin apagar motores aguardarían en tanto los comando SAS completaban su misión y luego partirían de retorno.

Si la misión resultara un éxito los aviones volarían a una base en Chile, pues no contarían con el suficiente combustible para retornar a las Falklands. Si los comandos por alguna razón no podían retornar a los aviones, se dispersarían en las montañas del entorno y tendrían que encontrar la forma de llegar a Chile. Como era entendible los comandos de SAS no estaban muy convencidos del éxito de la misión incursión y la bautizaron, “Operación Muerte Segura”.

Años después se enterarían que el oficial argentino, comandante de la base de Río Grande había realizado estudios de intercambio en Gran Bretaña, y no descartaba una operación comando de la naturaleza planteada y se había preparado para esa alternativa.

Los comandos SAS iban en definitiva a ser sacrificados por una causa mayor y si bien no cuestionaron la misión, tal cual era su derecho, deliberaron sobre cuál era la mejor forma de realizar la incursión con éxito, algo que difería de los planes planteados en escritorios de los mandos.

Por tanto antes de la incursión un equipo pequeño iba a ser infiltrado transportado por helicóptero, próximo a Rio Grande para observar los movimientos de la base e informar al grueso del grupo de ataque. Se trataba de una misión de ida sólo, por lo cual la denominaron “Operación Plum Duff” (algo así como masa de torta), y además de voluntarios entre los SAS, la tripulación del helicóptero también era voluntaria.

Pero durante la misión emprendida el 17 de mayo de 1982, el piloto Coronel Hutchings no pudo ubicar el lugar donde dejar a la avanzada debido a una espesa neblina y se vio obligado a abortar la misión y volar en dirección a Chile donde destruyeron el helicóptero.

La información que se brindó a la prensa sobre el Sea King “estrellado” tuvo por objeto salvaguardar a la Operación Mikado. Tanto la tripulación como los comando que transportaban estaban bajo órdenes de evadir la captura por ocho días. Finalmente fueron capturados por tropas amigas de Chile y retornados al Reino Unido.

Empero la Operación Mikado había sido comprometida y por tanto finalmente se abandonó.