La capital estadounidense continuaba semiparalizada este martes, mientras los residentes limpiaban montañas de nieve después de la tormenta excepcional que asoló la costa atlántica del país el fin de semana, dejando 33 muertos. Las oficinas del gobierno federal y las escuelas del centro de Washington continuaban cerradas el martes por segundo día consecutivo, mientras convoyes de camiones barrenieve recorrían la ciudad para despejar sus avenidas.
Miles de vuelos fueron cancelados y las góndolas de los supermercados se vaciaban el viernes cuando millones de estadounidenses se preparan para una histórica nevada en el este del país. A media tarde más de 4.900 vuelos originalmente planeados para viernes y sábado, domésticos e internacionales, fueron cancelados, de acuerdo a la página de monitoreo aéreo flightaware.com.