Los agentes de la Policía Militar que llevaban trece días en huelga en el estado norteño de Ceará para exigir mejoras salariales y laborales decidieron el lunes acabar con los paros y protestas que provocaron casi 150 muertos y la orden del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, de enviar a las Fuerzas Armadas para restablecer el orden.
El estado Ceará, en el noreste de Brasil, registró 122 homicidios desde que el miércoles pasado se iniciara una huelga policial, informaron este domingo fuentes oficiales. Asimismo, el promedio diario de homicidios durante la huelga aumentó a 30,5, frente a la media de 8,4 registrada en enero pasado, según la agencia de noticias.
Al menos 29 personas murieron en las últimas 24 horas en el estado de Ceará, noreste de Brasil, a raíz del acuartelamiento de parte de la policía, motivo por el cual el Ejército fue enviado por el presidente Jair Bolsonaro a patrullar las calles, a pedido del gobernador Camilo Santana, del opositor Partido de los Trabajadores (PT).