El presidente ruso, Vladímir Putin, ha derogado un decreto de 2012 por el que reconocía a Moldavia como país independiente, lo que ha desatado la preocupación entre las potencias occidentales por la posibilidad de que se esté gestando una nueva invasión, mientras el Ministerio de Defensa ruso denunció que Kyiv estaba preparando una provocación armada en la región separatista moldava de Transnistria.