Con respaldo internacional, el líder del Congreso opositor, Juan Guaidó, se autoproclamó el miércoles presidente encargado de Venezuela ante cientos de miles de simpatizantes demandando la salida del mandatario Nicolás Maduro, que denunció un golpe de Estado motivado por potencias como Estados Unidos, país con quien cortó relaciones “diplomáticas y políticas” (sic) y le dio 72 horas a su representación diplomática a abandonar el país caribeño. Sin embargo, el Gobierno norteamericano desoyó el mandato de Maduro e instó a los militares venezolanos a que defiendan la embajada de su país.