Una caída en las monedas sudamericanas amenazó con convertirse en una desbandada la semana pasada, con tres de las monedas más negociadas de la región en mínimos históricos.
Los mercados emergentes se están levantando del piso provisoriamente, luego de una caída que ha eliminado más de US$5 billones del valor de las acciones desde enero. Pero es posible que este alivio no dure mucho. El aumento de las tasas en Estados Unidos, un dólar más fuerte, la guerra comercial entre Beijing y Washington, los menores precios del petróleo y el surgimiento de líderes populistas en las dos economías más grandes de América Latina podrían influir en los mercados.