La decisión del Gobierno argentino de promover a la Encargada de Negocios Mariana Plaza al cargo de Embajadora en Londres ha provocado revuelo entre los veteranos de la Guerra del Atlántico Sur de 1982, dada la postura de la diplomática a favor de abandonar los reclamos de soberanía del país sobre las Islas Falkland/Malvinas.