El hombre considerado el más rico del Reino Unido, además de uno de los apóstoles del Brexit duro, ha decidido convertirse en un exiliado fiscal. En clara contradicción con su retórica nacionalista, el empresario Jim Ratcliffe está preparando el traslado de sus negocios a Mónaco, una decisión que le ha merecido una lluvia de críticas y alguna demanda para que se le retire el recién conseguido título de sir por sus servicios al país.