Según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas publicado este lunes, América Latina y el Caribe atrajeron un volumen récord de inversión extranjera directa (IED) en 2022, con 224.580 millones de dólares inyectados, lo que representó un aumento de 55,2% respecto a 2021.
En contraste con la tendencia mundial, los flujos de inversión extranjera directa (IED) hacia América Latina y el Caribe aumentaron 13,2% en 2018 con respecto a 2017, sumando 184.287 millones de dólares, con lo que se revierten cinco años de caídas, aunque la cifra alcanzada el año pasado está aún por debajo de los valores registrados durante el ciclo de auge del precio de las materias primas,
Un auspicioso segundo trimestre anotó la inversión en capital de riesgo en América Latina durante el período abril-junio mostrando un fuerte impulso en ese período. Así lo evidenció el informe “Venture Pulse” de KPMG correspondiente al segundo trimestre de este año, el cual reveló que este incremento fue impulsado por los US$1.000 millones que invirtió la firma japonesa Softbank en la plataforma colombiana de delivery Rappi.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, afirmó en una entrevista que la institución ya no es el monstruo que se veía en Latinoamérica hace dos décadas.
Latinoamérica ha entrado en un periodo “sombrío” en inversiones extranjeras directas, con un marcado descenso en los flujos dirigidos a las industrias extractivas, anunció el Organismo de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo, UNCTAD.
Una nueva marca histórica superó América Latina y el Caribe en 2013 al recibir 184.920 millones de dólares de inversión extranjera directa (IED), 5 % más que en 2012 en valores nominales, informó este jueves la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La agencia calificadora de riesgos Standard & Poor's actualizó su listado de calificación de riesgo para las naciones emergentes en la cual Chile figura como el país que brinda la mayor seguridad a las empresas por su capacidad de pago de la deuda, en tanto Argentina y Venezuela, van a la cola de la tabla.