Los agricultores argentinos se encuentran en una postura defensiva, al reducir la compra de insumos necesarios para maximizar la producción, luego que el Gobierno anunció el martes nuevos impuestos a la exportación, aunque más de la mitad del maíz y la soja ya está plantado este año.
El presidente Mauricio Macri reveló el lunes planes para aumentar los impuestos a los granos y recorta el número de ministerios gubernamentales en un intento por equilibrar su presupuesto el año próximo, mientras Argentina busca un acuerdo con el FMI para acelerar un programa de préstamos en espera de 50.000 millones de dólares.