A casi una semana de las explosiones que arrasaron con parte de Beirut, el primer ministro de Líbano, Hassan Diab, renunció el lunes y acusó a la elite del país de haber obstaculizado su Gobierno para tapar sus errores y su responsabilidad en la devastación en la capital, lo que alimentó aún más la incertidumbre y los reclamos de cambio en las calles.
El presidente Jair Bolsonaro, anunció este domingo que enviará a su predecesor, Michel Temer, como responsable de la misión brasileña de ayuda a Líbano, tras la devastadora explosión ocurrida en el puerto de Beirut, la capital libanesa.
Las autoridades libanesas arrestaron a 16 personas en una investigación por la explosión en un almacén del puerto de Beirut, informó el jueves la agencia estatal de noticias NNA, y una fuente judicial y medios locales dijeron que el gerente general del puerto estaba entre los detenidos.
Líbano sufrió el martes otro golpe contundente a su ya deteriorada situación socioeconómica, con dos explosiones en la zona portuaria de Beirut que dejaron al menos 100 muertos y miles de heridos, hospitales destruidos o desbordados e impactantes imágenes que dieron la vuelta al mundo apenas ocurridos los hechos.