Mandatarios y figuras de la región latinoamericana salieron de plano a pronunciarse sobre la renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, con un respaldo casi unánime de parte de los dirigentes afines y cercanos, que denunciaron un golpe de Estado, y la voz discordante del brasileño Jair Bolsonaro, en todos los casos con la red Twitter como canal de expresión.
El Grupo de Puebla reunido en Buenos Aires, repudió el domingo lo que consideró el golpe de Estado en Bolivia que forzó la renuncia del presidente Evo Morales, responsabilizando a la oposición que optó por la intransigencia, la radicalización y la ruptura democrática, y expresó su solidaridad con el pueblo boliviano y con el mandatario dimitente.
La gravedad y desconcierto de la situación política creada en Bolivia con la renuncia del presidente Evo Morales, junto a su equipo de gobierno e integrantes y representantes electos de su partido, MAS, --muchos refugiados en la embajada de México en La Paz--, logró entre otras cosas un diálogo entre el presidente electo argentino Alberto Fernández y Mauricio Macri.