Antonio Palocci quien ocupara cargos en los gabinetes de los presidentes brasileños Lula da Silva y Dilma Rousseff, afirmó en testimonio ante el juez Sérgio Moro que Lula avaló un “pacto de sangre” con la constructora Odebrecht, por el que esta se comprometió a pagar 300 millones de reales en sobornos.