El gasto del consumidor en Estados Unidos subió durante marzo a su mayor ritmo en más de nueve años y medio, aunque las presiones inflacionarias siguieron moderadas, mientras que una medición clave sobre las alzas de precios tuvo su menor avance anualizado en 14 meses.
El giro de los principales bancos centrales del mundo hacia una política monetaria más moderada seguirá siendo el foco de la atención de los inversionistas, que se mantienen pendientes de riesgos como el Brexit y la desaceleración de la economía mundial. La Reserva Federal señaló la semana pasada que no subirá las tasas de interés en 2019, terminando con un ciclo de endurecimiento monetario que la llevó a subir el costo del crédito cuatro ocasiones el año pasado.