El magistrado de la corte suprema brasileña Gilmar Mendes acusó al ex juez Sérgio Moro, hoy ministro del presidente Jair Bolsonaro, y al fiscal de la operación Lava Jato, Deltan Dallagnol, de haber usado como tortura la prisión preventiva para investigar corrupción y sometido a las tinieblas al derecho penal.